
Normalmente los aerogeneradores son utilizados para el trabajo de generación de energía gracias a los vientos de alta velocidad, pero gracias a Jérôme Michaud-Larivière, esto podría cambiar. Michaud-Larivière es el creador de las “Wind Tree Turbine (turbinas de viendo de árbol), que permite generar electricidad a partir de pequeñas brisas. Un total de 72 hojas de plástico dan un aspecto agradable al árbol, y también ayuda a aprovechar las corrientes de aire en las ciudades para generar energía.
Para poner en marcha el proyecto, Michaud-Larivière fundó la empresa llamada NewWind. Los investigadores involucrados en el proyecto tardaron un total de 3 años para crear un prototipo de 11 metros de alto. Este primer árbol se instaló en la ciudad de Pleumeur-Bodou en Francia El sistema creado por la compañía francesa es totalmente silencioso y puede generar energía con vientos detan sólo 2 metros por segundo. La potencia de salida total de las 72 “hojas turbina” se estima en 3,1 kW.
Según los datos, los aerogeneradores clásicos suelen generar energía solamente cuando el viento es de al menos 4 metros por segundo, el doble de rápido que lo que este “árbol de viento” necesita para empezar a trabajar. Por lo tanto, según el fabricante, es más rentable que cualquier otro generador de energía eólica porque detecta las corrientes de viento bajas, lo que hace que el número de días durante el cual el árbol puede producir electricidad aumente.
“Haciendo uso de la brisa más leve, el “Arbre à Vent” es capaz de explotar todo tipo de viento, vórtices, carretones y otros fenómenos de viento que se encuentra en entornos urbanos y rurales”, dice la compañía. “El Arbre à Vent es parte del movimiento de recolección de energía, y lo suficientemente potente como para garantizar la autonomía eléctrica de una familia de cuatro miembros.”
Sin embargo, el coste esperado del árbol de viento es todavía bastante alto: 29.500 € (US $ 36.500). Además, se están estudiando algunas alternativas de implantación, tales como la aplicación de las hojas en los techos o carreteras para generar energía para las farolas.
Por ahora se han vendido 21 árboles de viento, principalmente a las comunidades locales y las grandes empresas de la región. Se espera que en este año 2015 uno de ellos sea “plantado” en la Plaza de la Concordia en París con el fin de crear conciencia sobre la importancia de la energía sostenible en las ciudades.
El problema, sin embargo, es que muchos expertos aún no confían en el potencial del sistema. Según la Agencia de Control Ambiental y Energía francesa (Ademe), el árbol es extremadamente frágil. Por lo tanto, la próxima inversión de la empresa es hacia pruebas reales en varias situaciones diferentes para probar la eficacia de su sistema.